Un año de estos, Domingo de Ramos, siendo las cuatro de la tarde, me dirigía a la puerta de la iglesia de San Andrés, en la mismísima calle de Elvira. Tenia en el cuerpo la alegría de que la Semana Santa estaba comenzando y que como cada Domingo de Ramos, me dirigía a la misma hora para contemplar... Leer más